Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Crónicas 26, 2-18

2 Reconstruyó Elat y la devolvió a Judá, después que el rey se hubo
acostado con sus padres.

3 Dieciséis años tenía Ozías cuando empezó a reinar, y reinó 52 años
en Jerusalén. Su madre se llamaba Yekoliá, de Jerusalén.

4 Hizo lo recto a los ojos de Yahveh, enteramente como lo había
hecho su padre Amasías.

5 Buscó a Dios durante la vida de Zacarías, que le instruyó en el temor
de Dios; y mientras buscó a Yahveh, Dios le dio prosperidad.

6 Salió a campaña contra los filisteos y abrió brecha en el muro de
Gat, en el muro de Yabné y en el muro de Asdod; restauró las ciudades en
la región de Asdod y entre los filisteos.

7 Dios le ayudó contra los filisteos, contra los árabes que habitaban en
Gur Báal y contra los meunitas.

8 Los ammonitas pagaron tributo a Ozías, y su fama llegó hasta la
frontera de Egipto, porque se había hecho sumamente poderoso.

9 Ozías construyó torres en Jerusalén sobre la puerta del Angulo,
sobre la puerta del Valle y en el Angulo, y las fortificó.

10 Construyó también torres en el desierto y excavó muchas cisternas,
pues poseía numerosos ganados en la Tierra Baja y en la llanura, así como
labradores y viñadores en las montañas y en los campos fértiles, porque le
gustaba la agricultura.

11 Ozías tenía un ejército que hacía la guerra; salía a campaña por
grupos, conforme al número de su censo hecho bajo la vigilancia de Yeiel
el escriba, y Maaseías el notario, a las órdenes de Jananías, uno de los jefes
del rey.

12 El número total de los jefes de familia era de 2.600 hombres
esforzados.

13 A sus órdenes había un ejército de campaña de 307.500 hombres,
que hacían la guerra con gran valor, para ayudar al rey contra el enemigo.

14 Ozías proporcionó a todo aquel ejército en cada una de sus
campañas escudos y lanzas, yelmos y corazas, arcos y hondas, para
tirar
piedras.

15 Hizo construir en Jerusalén ingenios inventados por expertos, para
colocarlos sobre las torres y los ángulos y para arrojar saetas y
grandes
piedras. Su fama se extendió lejos, porque fue prodigioso el modo
como
supo buscarse colaboradores hasta hacerse fuerte.

16 Mas, una vez fortalecido en su poder, se ensoberbeció hasta
acarrearse la ruina, y se rebeló contra Yahveh su Dios, entrando en
el
Templo de Yahveh para quemar incienso sobre el altar del incienso.

17 Fue tras él Azarías, el sacerdote, y con él ochenta sacerdotes de
Yahveh, hombres valientes,


18 que se opusieron al rey Ozías y le dijeron: «No te corresponde a ti,
Ozías, quemar incienso a Yahveh, sino a los sacerdotes, los hijos de Aarón,
que han sido consagrados para quemar el incienso. ¡Sal del santuario
porque estás prevaricando, y tú no tienes derecho a la gloria que viene de
Yahveh Dios!»